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En recuerdo de Pepe Garrido, un laboralista comprometido férreo defensor de la abogacía democrática

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En recuerdo de Pepe Garrido, un laboralista comprometido férreo defensor de la abogacía democrática

En el ICAM 2011

D. José Garrido Palacios, Pepe Garrido, falleció en la tarde del 4 de mayo de 2023 a los 73 años tras una larga enfermedad, a la que se sumó otra más reciente, y que lo tenía alejado de su actividad de abogado, posponiendo lo que ha sido hoy la gran pérdida definitiva de este maestro de abogados laboralistas madrileños y un ejemplo de valentía intelectual, profesional y personal.

Este magnífico profesional independiente en el sector Judicial, tiene un hueco en la historia de la abogacía como exponente del enfrentamiento con el Decano D. Antonio Pedrol para democratizar el Colegio de Abogados de Madrid, y –que como todo lo que se proponía-  consiguió, previa organización de huelgas y concentraciones, eliminando las componendas y pasividad de la Corporación, para transformarla en elemento de vanguardia en la transformación social del final del régimen franquista y la transición a la democracia, y que no cejaría en esa idea de renovación de los Estatutos y la institución,  forzando la dimisión del Decano Pedrol a finales de los años ochenta por su inmovilismo institucional, generando en el cambio con el siguiente Decano Martín Mingarro.

 

En particular, para la abogacía laboralista madrileña su protagonismo es enorme y fundamental. Aunque inicialmente inclinado a la oposición de notaria para lo que se traslada este manchego de Salobre (Albacete) a Madrid, descubre las injusticias sociales y se embarca en la abogacía, con su amigo y tocayo D. José Bono, a mediados de los años 70 en un Madrid industrial convulso con manifestaciones obreras, y prestando servicios jurídicos para la incipiente actividad sindical (prohibida entonces) de Comisiones Obreras que puso en marcha su amigo y abogado D. Nicolas Satorius, y en la línea jurídica marcada junto con D. Enrique Lillo Pérez y con Dª Nieves San Vicente,  y especialmente con el abogado D. Jaime Sartorius Bermudez de Castro –recientemente  fallecido-, que fuera coordinador de la defensa en el proceso 1001 y fundador del Despacho Sartorius.

 

También estuvo en los inicios fundacionales de los despachos laboralistas más importantes, el inicial Españoleto sito en la actual plaza de la Lealtad de Madrid junto con su compañero Nacho, (D. José Ignacio Montejo Uriol) que pudo escapar en 1977 del atentado de la matanza del despacho de la C/ Atocha 55, al igual que D. Luis Javier Benavides. 

 

Pepe ha sido el maestro de muchos abogados laboralistas madrileños (D. Román Gil, Dª Belén Villalba, D. J. Antonio Linares,  D. Federico Martínez), en lo personal, me uní a su Despacho el 15.03.2005, permaneciendo dos años intensos, donde se encomendó al despacho el dictamen en julio 2006 sobre el primer borrador de Real Decreto por el que se regula la relación laboral de carácter especial de los abogados que prestan servicios en despachos, individuales o colectivos, así como la adaptación de los Estatutos del ICAM a la protección de datos, en lo que respecta al ámbito colegial

 

En lo relativo a la labor de litigación en tribunales, variados éxitos ante el Tribunal Constitucional, por destacar alguno que viví en el despacho, el reconocimiento del amparo de la trabajadora en la STC 182/2005, en una de las primeras sentencias de discriminación por razón de sexo, ante un perjuicio en su relación laboral como consecuencia de su condición de mujer y de los embarazos que ha tenido; o la primera sentencia en Madrid el año 2005 reconociendo la Incapacidad permanente por diagnóstico de fibromialgia.

 

Recuerdo en sala que era sagaz y certero en sus alegaciones y conclusiones: “señalar que el reconocimiento de la existencia del grupo de empresa que se postula la han confirmado y reconocido, de forma involuntaria, los propios abogados de las empresas demandas en su fase de oposición a la demanda….,

 

En la tareas exigentes en el despacho, tengo gravadas en fuego sus indicaciones al respecto de escrito de formalización de las demandas y los recursos: debían ser muy elaborados, minuciosos, claros y técnicamente bien estructurados; comenzando por antecedentes y precisiones previas, si es el caso, a modo de pautas orientativas, las especiales circunstancias que concurren en el procedimiento y en la demanda y el recurso, «que le apartan de los sistemas ordinarios de articulación», pasando seguidamente a centrar y enumerar las cuestiones a tratar.

 

Finalmente, su despacho Garrido Asesores legales SL, con sus abogados integrantes y su secretaria Dª Felisa, se integró en el año 2007 en Cuatrecasas, Gonçalves PereiraCuatrecasas, Gonçalves Pereira. Para luego, en diciembre de 2014 jubilarse, con un homenaje incluido de sus compañeros de profesión, si bien seguía activo como asesor, hasta que su enfermedad le fue alejando de su actividad.

 

Desde el plano académico, fue autor de numerosos libros jurídicos y  junto con los magistrados Ricardo Bodas, Emilio Palomo, Antonio Seoane y Pablo Aramendi, los impulsores del Memento Social.

 

Mis condolencias a sus hijos (Marisa, Santiago) y sintiendo muchísimo la pérdida de este gran abogado y mejor persona, quedará su ejemplo de entereza y buen hacer profesional, guardando todos un buen recuerdo de él, siendo apreciado como un excelente  abogado, comprometido con la abogacía y el Colegio.

Y en lo particular, siempre  me acompañarán sus buenos consejos, el principal para la vida, me quedo con este: hay que tener las cosas claras y coraje para llevarlo a cabo.